El dolor de pies es causado por una variedad de problemas, a veces crónicos y otras inesperados. No importa tu edad, es normal que tus pies se sientan doloridos y cansados después de un día difícil o ajetreado. Afortunadamente, una vez que estás en casa, hay maneras de tratar el dolor y el agotamiento.
Remojo en agua templada
1.
Llena una tina o un cubo con agua tibia, lo suficiente como para cubrir la parte superior de los tobillos cuando los pies están sumergidos.
2.
Añade un puñado de sales de Epsom al agua, agitando la mezcla hasta que se disuelvan. También puedes rociar aceites florales o de menta en el baño en este momento.
3.
Remoja los pies entre 15 y 20 minutos o hasta que el agua se enfríe. Agrega más agua caliente si la temperatura desciende demasiado pronto.
4.
Saca tus pies y sécalos suavemente con una toalla.
Remojo en agua fría (alternativa)
1.
Llena una tina o un cubo con agua fría o tibia y varias tazas de hielo.
2.
Añade un chorrito de aceite de árbol de té o una solución para remojar los pies sin receta.
3.
Sumerge cada pie durante 30 segundos.
4.
Seca cada pie con una toalla rápido y bien frotándola entre los dedos y a lo largo de los talones para aumentar la circulación.
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